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domingo, 15 de mayo de 2011

Saga "La Mediadora, El Comienzo" Capitulo 33: En Casa

Pese a ser muy joven Kane mostró gran habilidad en el manejo de un coche. Conducía a toda velocidad como si llevase toda la vida montado en cuatro ruedas, un viejo Camaro que pese a tener bastantes años estaba bien conservado. No tenía ningún rasguño visible en el color azul oscuro de su carrocería, incluso le había acoplado un reproductor de cd’s bastante competente. Ahora mismo estábamos escuchando un tema de Jet.
Estábamos ya casi llegando a Chicago y mi cabeza tronaba con la cantidad de información que él me había suministrado sobre sus gustos musicales, su comida preferida y el nivel que había conseguido en el último juego de guerra para Play Station. No es que no fuera una conversación agradable, lo malo estaba en mí. Desde que había ayudado a Donovan me sentía más cansada que nunca. Mi energía estaba casi llegando al límite en mi resistencia. Eché la culpa a lo poco que había dormido en todos estos días y maldije en mi interior no poder descansar en cuanto llegase a casa. Tenía que hablar con Mina, cambiarme de ropa, recoger mi Beetle y mi portátil de la mansión de Constantin e intentar localizarlo. Tampoco sabía donde demonios se había metido William, lo más seguro era pensar que estaba devuelta en mi tatuaje, exento de todos los problemas exteriores. Si era así por lo menos tenía una cosa menos sobre la que preocuparme. Todo lo demás iba a requerir un precioso tiempo que no me dejaría ninguno para descansar. ¡Joder! A veces me gustaría que los días tuviesen cuarenta y ocho horas… Mi mirada estaba escondida tras unas gafas de sol por lo que Kane no podía ver lo enrojecidos que estaban mis ojos pero mi boca se abrió incontroladamente para bostezar.
-¿Te aburro?- Kane hizo la pregunta pero me estaba sonriendo, realmente no estaba molesto. Tenía la misma sonrisa que Matt. No, más bien su rostro era casi una copia fidedigna de la cara de Matt solo que con unos años menos- Estoy intentando que te mantengas despierta, casi hemos llegado y apenas has hablado en todo el trayecto. Quizás no fue tan buena idea consentir en traerte, podías estar durmiendo con Matt y después él te habría traído con el. Te ves muy pálida.
Negué con la cabeza -Matt hubiese dicho que no después de lo de anoche. Llevo casi una semana con el sueño cambiado, apenas he tenido tiempo de dormir. Si no tuviese sueño sería anormal aunque tengo que admitir que nunca me había sentido tan agotada de esta manera, como si tuviese cincuenta kilos colgando de mis hombros todo el maldito tiempo.- mi estómago rugió- Y parece que también tengo hambre. Dale al acelerador, necesito llegar lo antes posible a casa, cambiarme a algo de mi talla y vaciar el refrigerador.
-Eso es una idea magnífica, yo también tengo hambre. Los panther necesitamos un montón de proteínas para mantener nuestra energía al cien por cien.
-Supongo que será igual en todos los where, conozco un par de were-tigres que podrían dejar muy alto el listón en un campeonato alimentario.
Pasamos un par de calles con inminentes signos de destrozos y violencia. Baker no había exagerado en su explicación. Un montón de personas estaban situadas frente a la alcaldía con pancartas y megáfonos pidiendo justicia. Miré hacia una calle lateral por donde iban apareciendo más para unirse al grupo. La policía trataba de mantenerlos alejados con un cordón policial que delimitaba todo el edificio- Creo que se va a liar una buena mierda aquí. Sigue por allí a la derecha.

Siguió mis indicaciones y en cinco minutos más estábamos frente a la barrera del estacionamiento de veinticinco plantas. El guarda salió de su pequeña caseta con cara de pocos amigos. No lo reconocí, era un nuevo. ¡Demonios! ¿Aquí no duraban mucho trabajando?
-¿Tiene su pase para entrar?
Rebusqué en el bolso. Milagrosamente mi pase todavía estaba allí. Se lo dí a Kane y me asomé un poco más hacia su lado para poder hablar con el guarda- Aquí tiene, uso uno de los estacionamientos de la Sta. Blackford.
-Si el pase no es de su propiedad necesitaré también que me deje su documentación para poder apuntar su nombre en mi cuadrante de turno. Debo anotar a cualquiera que use el estacionamiento si no es propietario.
Esa norma era nueva para mí. De todos modos yo quería irme cuanto antes a casa así que no repliqué y le extendí mi permiso de conducir. Intenté ponerle mi mejor sonrisa mientras me lo devolvía tras anotar mis datos y me recompensó con una sonrisa igualita a la que puede dar un Bulldog, aun así nos dejó pasar. Le dí las gracias y entramos en el aparcamiento.
El coche de Mina estaba allí para mi sorpresa.- Vamos Kane, voy a presentarte a una buena amiga que estará encantada de conocer a un were-panther como tú. Ella está fascinada con el mundo sobrenatural.
-Es algo que pasa con nosotros los místicos. Si le añades un poco de mi impresionante atractivo personal tienes ante ti a un futuro top model masculino.- me dijo muy serio mientras entrábamos en el ascensor tras pasar la portería y saludar a Tim. Cuando lo miré con una ceja alzada sobre mis gafas oscuras estalló en risas.- ¿Qué quieres que diga? Si no me quiero yo mismo primero no tengo nada que hacer con las chicas.
Rodé mis ojos- Tú y tus hormonas masculinas en pleno apogeo… que seas un nene bonito no es lo único que gusta a las chicas, también tienes que aprender a escucharlas si quieres atraer a alguna.
-¿De verdad te parezco un nene bonito? Las chicas de mi clan solo están interesadas en saber cual de los chicos es más fuerte para barajarlos como futuro marido. Cuando por ejemplo me miran a mí intentan ver si mis músculos se ven bien desarrollados o preguntándose si sé si mis pequeños Kane son de buena calidad.
Mis cejas se alzaron con asombro- ¿Estás diciendo que les interesa saber si tu esperma es bueno? ¡Joder, a tu edad las chicas de mi generación se preocupaban de llevar un condón por si acaso los chicos no llevaban! Quiero decir, no soy una libertina ni tampoco creo que sea tan importante llegar virgen al matrimonio, solo pienso que siempre se debe ser precavido. Y tú me dices que ahora intentan lo contrario…
Se encogió de hombros- Son cosas de los were. Antes solíamos ser una tribu independiente, cada pareja era un clan por sí mismo y teníamos problemas territoriales. Mi bisabuelo decidió terminar con esa costumbre para poder adaptarnos a los nuevos tiempos y todos estuvieron de acuerdo. La línea de mando es sucesoria en la familia aunque tiene que ser aprobado por la comunidad. Soy hijo del jefe del clan, así que soy el segundo en la línea de sucesión tras Donovan. Mis hermanas Janis y Merry no cuentan. Janis se casó con uno de los panther del clan de Springfield y ahora pertenece a ese grupo. Merry vive en Elwood y tiene dos hijos, pero ni a ella ni a su marido les interesa la política del clan. Todos saben que Matt no se hará nuestro jefe salvo por una causa de fuerza mayor, así que solo quedo yo, el chico bonito. Si alguna consigue tener mini Kanes conmigo tiene casi cien por cien asegurado el puesto de mujer del jefe.
El ascensor se abrió y salimos hacia la puerta del piso. Mientras buscaba las llaves dije sarcásticamente en broma -Y claro, es una carga difícil de soportar… ¿no?
De repente Kane me miró fijamente. Al contrario de su madre, esa mirada le hacía parecer mayor, más maduro de lo que su edad debía hacerle ser. En un parpadeo había pasado de ser un chico a ser un hombre- ¿Crees que me divierte eso? ¿Saber que a lo mejor solo les intereso porque pueden conseguir un alto puesto en nuestra comunidad? Es duro para el ego de un muchacho no estar seguro de valer lo suficiente.
-Kane, solo trataba de seguir tu juego. Tú mismo dices que no solo eres una cara bonita y un buen culo. Tú sabes que vales más que solo eso.
-¿De verdad lo crees?- Ahora se veía esperanzado.
-No nos conocemos más que desde ayer pero has demostrado inteligencia. Tu tía también lo vio. ¿Recuerdas? Solo hace falta que las chicas que conoces también lo vean y para eso la única persona que puede ayudarte eres tú mismo.
-Gracias eres la primera persona con la que puedo hablar de esto sin que me diga que debo hacer lo mejor para mi comunidad.
La puerta se abrió antes de que pudiese meter la llave y Mina asomó-¡Oh dios mío! Escuché voces y no estaba segura de que fueses tú, por eso asomé. Las cosas se han estado poniendo mal por aquí…
-¡Mina! ¡Qué ganas tenía de verte! Vaya mierda de semana que llevo… Este es Kane, es hermano del sargento Donovan.
-Ho-Hola… - dijo tímidamente Kane.
-Hola, pasa por favor. Estaba repasando unos archivos y preparándome para esta noche.
-¿Esta noche?- dije al entrar por delante de Kane.
-Voy a cubrir el discurso que dará el senador Starch. “¡Qué pedazo de culo tiene el muchacho!”
-¡Mina!- la reprendí.
Ella me miró estupefacta- ¿Qué? Es un notición y todos pelean por dar la primicia, yo no voy a ser menos.
-Me refería a lo otro que has dicho.
-Yo no he dicho nada más. ¿Kane quieres tomar algo?
¡Mierda! Otra vez estoy oyendo los pensamientos ajenos. No había vuelto a hacerlo desde que estuve en la oficina. Me paré a pensar… quizás no podía oir a los seres sobrenaturales. Quizás solo funcionaba con los humanos. Me concentré de nuevo en Mina que estaba ofreciendo una cola a Kane y mi boca se abrió formando una O. Ahgg! Definitivamente no voy a repetir lo que ella estaba pensando, pero seguro que si Kane pudiese escucharla reventaría de hinchado que estaría su ego. Esta era una nueva faceta en ella que yo no sabía y nunca debería de conocer. Puse mi dedo índice y pulgar en mi entrecejo para masajearlo un poco y despejar mi mente de eso además de por el cansancio. Juro que tengo que hacer algo que me ayude a no escuchar todos los pensamientos ajenos… Intenté buscar algo que hiciese que ella se centrara en mí.
-Bueno, tengo algo escuchado sobre lo que pasa aquí, pero me gustaría saber más.
Tomé asiento en un sofá y me explicó lo que sabía, que casi era lo mismo que sabía yo. La diferencia era que sabía que el reverendo Kern había dicho que los asesinatos de vampiros pertenecientes a Dinescu estaban siendo provocados por ellos mismos para causar lástima y conseguir así sus nuevos derechos en la ley. Kern estaba tratando de conseguir aliados para poder abolir todas las leyes existentes y declararlos seres peligrosos que deben ser extinguidos.
-No estoy muy familiarizado con los vampiros, pero he escuchado a mi padre y a Matt hablar sobre ellos muchas veces, y creo que ellos no harían ese tipo de asesinatos para conseguir mejores leyes. Los vampiros son bastante políticos en ese aspecto y buscarían el modo de sobornar o negociar sin parecen bestias salvajes ante los humanos. Han aprendido de lo que pasó cuando dijeron que existían y hubo esa “caza de brujas” con ellos. No les interesa esa publicidad. Ahora eso si, dales un problema interno entre sus filas y no dudaran en sacrificarse los unos a los otros para conseguir las riquezas que el otro tiene.
-Yo tampoco lo creo.- Dije mientras mordía un bizcocho de crema.- Estuve con tu hermano en la morgue y vi los cuerpos. Quienes lo hicieron usaron estacas hasta en los humanos. Y no estaban drenados. Un vampiro nunca desprecia la sangre.
-¿Estuviste allí? Podrías contármelo todo para un artículo, la poli no cuenta nada.
No debería de hablar sobre los cuerpos delante de ella. Donovan pasó mucho con Baker por introducirme en la morgue y podría tener más problemas si Mina escribe un artículo con datos que nadie más sabe.- Prefiero no hablar, son imágenes que no me hacen gracia recordar.
-Estoy comenzando a dudar sobre si de verdad tienes madera de periodista. Si tú fueses yo ya habrías escrito el artículo.
-Y si tu fueses yo te habrías tirado desde la terraza nada más volver de la morgue. Vi cosas, no solo físicas, vi como usaban unas malditas estacas… ¡Mierda, mierda, mierda! No debo contarte nada, así que no me preguntes, prefiero que sigas pensando lo mismo que pensabas antes de preguntarte.
Mina me preguntó qué quise decir pero me fui del salón hacia mi dormitorio dispuesta a cambiarme e ir a por mi coche. Cuando por fin estaba enfundada en unos vaqueros y un top negro de mi talla me sentí mejor solo a falta de mi toque personal. Abrí mi grande y pesada maleta donde guardaba las armas estudiando qué podía coger. Pasé mis dedos rozando entre las pistolas como si pudiesen hablarme y decidir por mí cual debía de llevar. Las ganadoras fueron una Smith & Wesson 9mm tipo MP (Policía y Militar para los que no entendáis) con cargador de 18 balas por su ligereza y una Glock 19 de 9mm con capacidad para 15 tan pequeña que no sería difícil de esconder. Pueden parecer armas simples que tienen poco alcance pero éstas habían sido modificadas de modo que aunque me las requisaran nadie podría decir que no eran legales. Comprobé sus cargadores y añadí un par más para cada una. Nada como una buena remesa de balas de plata para ir a gusto. Enfundé mi S&W en una pistolera de hombro y coloqué la Glock en mi bolso. Los cargadores fueron a parar a los bolsillos traseros de mi pantalón y de la chaqueta que iba a ponerme. Escondí unas shuriken en la suela de mis botas y tanteé una pequeña cajita que parecía hilo dental. Sonreí antes de meterla en el bolso. Con mis manos puestas a ambos lados de la cadera examiné otra vez la maleta. Todavía me sentí desnuda. Tras barajar nuevas opciones puse unas muñequeras nuevas en mis brazos y tobillos e introduje unos cuchillos, los últimos que me quedaban después de perder el resto en Indiana e hice nota mental de llamar a mi yaya para que contactase con nuestro proveedor de armamentos personalizados. Tras guardar la maleta en la parte superior del armario junto con las otras me recogí el pelo en una coleta alta y volví al salón. Suerte la mía que todo estaba absolutamente normal. Por un momento pensé que Mina estaría enrollándose con él mientras yo no estaba y me tocaría recordarle cuantos años se llevan. No tengo prejuicios pero Kane estaba pasando un momento muy vulnerable.
-¿A dónde vamos ahora?- preguntó Kane.
-Yo a casa de Dinescu a por mi coche y mis cosas, después iré a la comisaría para esperar a Matt, tú deberías regresar a Elwood.
-No se si será sensato que salgas hoy Eve, hay una publicación en el “Exclusive News” donde apareces y alguien podría reconocerte. Dicen que eres la nueva novia de Constantin.- me extendió un ejemplar de la revista.
Cogí la revista y me quedé anonadada. En portada se podía ver la silueta borrosa de una mujer de pelo negro ondulado cargada de bolsas de boutique junto a una muchacha que reconocí como Cristine. Esa silueta era inconfundible para mi, era yo, pero mi rostro estaba girado casi totalmente hacia un lado y no se veía bien. Las bolsas que mejor se veían eran de la boutique donde compramos la lencería. En letras llamativas se podía leer “¿La nueva novia del maestro de la ciudad? La noticia en el interior” Abrí la revista y de nuevo estaba allí esa foto junto a dos más de igual calidad fotográfica. Estarían tomadas desde mucha distancia. “No podemos confirmar nada todavía, pero esta mujer ha sido vista varias veces a lo largo de esta semana junto a Constantin Dinescu. Bares, restaurantes y tiendas de su propiedad han sido testigos de cómo ellos dos tenían diversos encuentros. Incluso fueron juntos a comisaría tras los incidentes ocurridos en “Bites and Dreams”. Todo indica que puede haber comenzado una relación recientemente con el ilustre maestro, sobre todo después de ser agasajada con tantísimos regalos como se puede comprobar en la foto. Según la propia dependienta de la Boutique, todas las compras fueron sufragadas por el señor Dinescu. Incluso cita a la mujer como una persona sencilla nada atraída por las lujosas prendas que ha recibido. Seguiremos informando en cuanto tengamos más datos de la feliz pareja”. Devolví la revista a Mina- voy a matar a Roberts.
-Ya sabes como es él, de todo sobre lo que pueda sacar beneficio él lo aprovecha.
-No puede ser. Evelynn es la novia de mi hermano.
-¿Tú estás con Donovan?
-Dejadme los dos en paz, es largo de explicar. ¡Y maldita sea si no voy a por mis cosas!

1 comentario:

  1. tu historia me tiene intrigadisima!! estoy deseando leer mas jejeje
    ojala todo te vaya muy bien y encuentres tiempo para darnos estos wenos momentos disfrutando de tus historias!!
    un abrazo!!

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