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jueves, 4 de marzo de 2010

Le Theatre des Vampires Capitulo 7

Capitulo 7

Terminamos nuestro capuccino y traté de pagar, aunque Dominique se empeñó en hacerlo él. Se levantó y en un parpadeo estaba ya en la barra haciéndolo, ni me dio tiempo a replicarle.
Laura y Lisa se acercaron disimuladamente hasta él y entablaron conversación. Yo tenía claro que por más que me lanzaran miradas furtivas con aire victorioso no les iba a dar el gusto de molestarme. Cogí la carta de variados cafés y me entretuve leyendo aunque no supiese qué demonios leía.
Después de unos pocos minutos Dominique regresó.- Perdona la tardanza, me entretuvieron en la barra.
-¡Oh!, ni me había dado cuenta- disimulé. Estaba leyendo las combinaciones de café que tienen, por si algún día me apetece probar algo diferente.
-Bueno, siempre podemos volver otro día.
-Claro, ¿por qué no?- dije como si nada mientras soltaba la carta y cogía el casco.
Pasamos una buena tarde en casa de Roger, sobre todo riéndonos de que Tara y él tenían idéntica forma de saber dónde estaban sus cosas por su dormitorio con todo patas arriba. Luego hicimos lo normal: deberes, peli de terror de los 80 (nos reímos mucho al ver los efectos especiales de entonces, se notaba perfectamente cómo los hicieron y lo raros que quedan comparados con los que se hacen ahora), una buena fuente de palomitas y luego llamé a mamá para avisarle que cenaría allí porque encargamos pizza.
Eran ya las diez cuando les dije que me iba a casa, se me había pasado la tarde volando y mañana teníamos que madrugar para ir a clase. Dominique se ofreció a llevarme y aunque le dije que no hacía falta por lo cerca que estábamos de mi casa, él insistió acercándose a mi oído y diciendo- No dormiré tranquilo si te has ido sola y no se si llegaste bien. Quien sabe que peligros puede haber de noche…
-¡Por Dios, Dominique!- le dije burlonamente-, pareces mi mamá.
Se rió por la comparación pero insistió- Bueno, no se como es tu madre, pero tiene razón en querer que llegues bien a casa, ¿no crees?
No iba a seguir peleando por irme sola, era tontería viendo su insistencia, así que al final me acompañó y pasó lo que imaginaba. Cuando paró la moto frente al jardín de casa me bajé y después de tratar de devolverle otra vez el casco mientras él se negaba y se apeaba para esperar a que entrara le di las buenas noches y el tiró de mi cintura hacia él, tratando de darme un beso.
Me pilló de sorpresa. Parecía tan buenecito, tan incapaz de hacer algo así… Me lo imaginaba pidiéndome salir y quedando varias veces antes de intentar besarme, pero no, el chico rompió mis esquemas con aquel medio beso. Digo medio beso porque solo llegamos a rozar nuestras bocas cuando me aparté mientras él abría sus ojos impactado. Ahora eso si, aquel medio beso envió una descarga placentera por toda mi espalda hasta mi cuello y eso fue lo que me despertó, no era algo normal.
-Dominique,- dije mientras apoyaba mis manos en su pecho tratando de frenarlo- nos conocemos de un par de días, no creo que sea esto lo mejor. No soy de besar al primero que llega y lo hace.
La verdad es que no sabía como aclararlo sin ofenderle, el chico me gustaba tanto por su forma de ser como por lo bueno y guapo que estaba. Tampoco es que fuese una experta. Solo había tenido algo parecido a un novio con quince años, cuando un primo de los hermanos Stuart estuvo en su rancho de visita para aquel verano, y la última semana se atrevió a acercárseme para decirme que era muy bonita y me besó. El chico no estaba mal, era pelirrojo aunque sin las pecas que tenían sus primos. Estuvimos saliendo todos los días por ahí hasta que se fue. Yo esperaba seguir escribiéndonos o llamándonos después de eso, pero el chico había vuelto a su vida urbanita y no estaba para acordarse de una ranchera pueblerina a la que no volvería a ver hasta otro verano. Y esa es toda la experiencia en devaneos amorosos que había tenido en toda mi vida.
La voz de Dominique me sacó del trance- Perdona si te he ofendido, solo se que tenía el impulso de hacerlo y me atreví.- la verdad es que el vaivén sensual de su boca mientras me hablaba con ese acento afrancesado amenazaba con romper todas mis barreras y conseguir que fuese yo la que se acercase a besarlo.- ¿Me darás entonces la oportunidad de que nos conozcamos mejor?
-Si- dije tímidamente mirando hacia su pecho.- Nos vemos mañana en clase.
Dominique sonrió por mi respuesta y luego levantó la cabeza en lo que me pareció estaba olisqueando el aire, aunque no podía asegurarlo y todavía me tenía cogida por la cintura, no me había dado tiempo de apartarme de él. Después de ojear de un lado para el otro se detuvo con la mirada en la izquierda de la calle y abrió los ojos sorprendido mientras señalaba a un Mercedes aparcado en penumbra bajo un enorme sauce en la acera a unos doscientos metros de casa.
-Mi tío Antoine está por aquí, ese es su coche.- Me cogió de la mano y me llevó hasta la puerta de mi casa, dispuesto a verme entrar en ella.
-Supongo que tu tío estará visitando a alguien, por aquí no hay muchos negocios.
Estaba sacando las llaves de casa mientras hablaba y se abrió la puerta antes de poder meterla en la cerradura. Apareció mamá con una copa de vino en la mano muy sonriente y sorprendida cuando vio a mi lado a Dominique.
-Hola Kat, ¿Quién es tu amigo?
-Mamá, este es Dominique, el compañero de clase que te dije que me acompañó ayer a casa.
-Y por lo que veo hoy también.-Dijo mamá mientras Dominique extendía la mano para saludarla. Mamá pasó de su mano y le dio un par de besos en la cara,- Tú tienes que ser el sobrino que Antoine me ha comentado que tiene en el instituto. Pasa, tu tío está dentro.
-¿Mi tío está aquí?- estaba extrañado mientras entraba en casa. Yo cogí los cascos y los dejé guardados en el ropero mientras también estaba impresionada con la amabilidad de mamá.
-¡Oh si! Me llamó a primera hora de la tarde para quedar en ver un trabajo de publicidad para su compañía de teatro y después de explicarle lo atareada que estaba en esos momentos insistió en pasarse por mi trabajo. Conocía a mi jefe y estuvo convenciéndolo de que me diera la tarde libre. No se como lo hizo pero lo consiguió y después de visitar la mansión se ofreció a traerme, mi coche se había quedado en el trabajo.
Nota para mi diario: ¡Socorro! ¡Han cambiado a mi madre por otra! Mi madre normalmente no traería a nadie a casa, tiene que haber quedado impresionada con el trabajo que le ha ofrecido Antoine.
Nota para mi diario: Si Dominique dice que no conocían a nadie en la ciudad, ¿cómo es que Antoine conoce al jefe de mamá?
Antoine estaba tomando una copa de vino en la barra de la cocina mientras ojeaba unos trabajos de mamá. Nuestra cocina estaba conectada con el salón, era de tipo americana, así que la separación de ambos se hacía por medio de una barra que usábamos para desayunar.
Cuando nos vio aparecer sonrió hacia Dominique mientras cerraba la carpeta de los trabajos de mamá.
-Nos vemos de nuevo.- me dijo- En verdad tu madre hace unos trabajos extraordinarios. Será perfecta para crear nuestra publicidad.
-¡Oh, por favor…!-Mamá se sonrojó. Estaba como encandilada mientras Antoine hablaba y dio un largo trago a su copa mientras la pillaba recorriendo el cuerpo de Antoine disimuladamente.
Antoine miró su reloj.- Se está haciendo tarde, será mejor que nos marchemos. Estas damas tienen que descansar. Madame, un placer conocerla.- Se inclinó sobre la mano de mamá para besársela mientras mamá no sabía donde mirar y se acercó a la salida hacia el pasillo que daba a la puerta principal. Dominique también se despidió y le di su casco mientras no terminaba de comprender que le había pasado a mamá para tener ese cambio de actitud.
Cuando los dos se marcharon y mamá cerró la puerta se volvió hacia mí suspirando.
-¡Dios, que pedazo de hombre!
-¡Mamá por favor! ¿Qué has tomado para que estés así? No te reconozco.
-No es eso Kat. Simplemente a todas las mujeres nos gusta que nos traten galantemente y este hombre sabe como hacerlo, además añadiré que es muy guapo. No se parece en las forma de ser a tu padre. Si su sobrino es la mitad de caballeroso que él no me importa que te acompañe a casa.
-¿Entonces no te molesta?
-No. Por lo que me ha explicado Antoine provienen de una respetable familia de la zona norte francesa. Su educación se palpa nada más hablar con él y tienen una idea muy original sobre como hacer teatro. La mansión es maravillosa, una pena que tengan que hacerla lúgubre. Es toda esplendida, tendrías que verla.
-Bueno mamá, voy a dar de comer a Bloody y a meterme en cama. Estoy cansada. Buenas noches.
-Yo subiré enseguida también. Buenas noches, Kat.

1 comentario:

  1. hehe q onda con su mama hehe
    pero buenop ese medio beso..que le pasa a esta chica??? si hubiera sido yo le planto uin mega besoteeeeee...

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